miércoles, 22 de febrero de 2012

V Edición de Relatos Fundamentales


Temática: Vamos a llevar un poco más allá los límites de la imaginación, esta vez el relato tiene que transcurrir en un escenario postapocalíptico.

Extensión: Los relatos tendrán un extensión de entre un mínimo de 100 y un máximo de 500 palabras.

Método de envío: Los relatos se publicaran automáticamente como comentarios de la entrada correspondiente en el blog.


Identidad:
Los autores permanecerán completamente anónimos hasta después de la votación. Es imprescindible el uso de un pseudónimo. Para ello se puede publicar el comentario como Anónimo. Eso sí, no os olvidéis de escribir al principio o al final del relato vuestro pseudónimo correspondiente. Si queréis, enviadnos un correo a relatos.fundamentales@gmail.com indicando qué pseudónimo habéis escogido, no abriremos ningún correo antes de la votación. Se recomienda cambiar de pseudónimo con cada concurso para preservar el anonimato.

Fecha límite: Los relatos tendrán que ser enviados antes del viernes 9 de marzo de 2012.

Votación:
Una vez entregados los relatos, los participantes serán invitados (el sábado 10 de marzo) a cenar en la casa del ganador de la IV edición donde se elegirá al ganador de esta edición. A la hora de votar, cada participante repartirá 10 puntos entre no más de 3 relatos de los demás participantes. Antes de la cena se depositarán los votos en una urna que se abrirá al final de la velada. Durante la cena cada autor leerá sus relatos y se comentarán con el resto de participantes.

Premios: El ganador mensual recibirá ánimos y/o halagos proporcionales a la calidad de su obra. Se le concederá un trofeo (fabricado a mano especialmente para el concurso) y acceso como autor del blog para que proporcione la nueva temática del siguiente concurso, así como sus características.

14 comentarios:

  1. MISIÓN DE RECONOCIMIENTO TERRESTRE

    -LA DESESPERANZA DE ALIYAH-

    Una sombra oscura fue ocupando poco a poco el campo visual de la ventanilla hasta que las tenues estrellas dejaron de ser visibles. Un escalofrío de desasosiego recorrió la espina dorsal de Aliyah. No había cambiado nada… todas las esperanzas de las generaciones anteriores y sobre todo la de sus padres, quienes habían tenido el coraje de separarse del resto para volver, se desvanecieron como el humo tras recibir los primeros datos. La IA de la nave recitó con precisión y fingido tono de aliento los contundentes resultados de los primeros análisis. Sus aspiraciones quedaron de pronto ahogadas como motas de polvo en el océano, tan ridículas. Tan ingenuas.

    Demetrius entró en el compartimento y entonces se mezcló la angustiosa soledad con la violenta sensación de hastío y suciedad ante el sexo, necesario, pero no deseado con aquel oficial de máquinas.
    Mientras tenían lugar las actividades de supervivencia programadas, con el salvajismo habitual, las imágenes de un planeta devastado, envenenado y muy radioactivo, donde apenas sí se habían adaptado un puñado de bacterias, artrópodos y hongos, se imponían con la contundencia de la realidad a través del metamaterial nanoporoso del que estaban hechas las ventanas.

    No había motivo ya para quedarse más tiempo. IA iniciaría de inmediato los cálculos de regreso con el resto de la flota. El viaje llevaría otra generación.

    En el interior de una burbuja de aire reciclado con cáscara metálica, unas decenas de seres lastimosos, desesperados y condenados a la soledad, se alejaron flotando de nuevo, como siglos atrás hicieron sus tatarabuelos, aún inconscientes de la irreversibilidad de lo que habían hecho. Estos vagaron a través del frío del vacío y a través del espacio profundo de sus almas buscando refugio y redención, guiados por los aleatorios supervivientes de la ISS–IV. Haciendo un alarde de incomprensión de la naturaleza humana y bajo la anestesia emocional autoinducida por haber sentido tan cerca la extinción, los líderes proclamaron que otro futuro era posible y que podría rehacerse la civilización evitando los errores del pasado. Viajaron, inútilmente arrepentidos y odiados para siempre por la historia, aunque no por sus descendientes, que sin conocer otra cosa que la miseria, el espacio reducido y la atrofia muscular, sólo amaban desesperadamente…

    Un rumor sordo y grave, como el que se escucha en silencio cuando uno se tapa los oídos y sólo siente las vibraciones del flujo sanguíneo en su cabeza, acompañaba las maniobras de la nave. Aliyah, en ese momento violada pasivamente por Demetrius mientras fría e insensible miraba fijamente por la ventana, entendió con aterradora claridad, al ver alejarse la Tierra devastada de la que hasta entonces sólo había oído hablar, que no había otro comienzo alternativo posible. No con los humanos.

    Mientras, IA hacía sonar las Valkirias de Wagner a todo volumen, pretendiendo conocer las teclas emocionales necesarias en tan aciago momento. En un baile de horror improvisado, lo que quedaba de humanidad se desdibujó en algún lugar entre el punto de Lagrange L2 y la inmensa y demencial oscuridad.

    PSEUDÓNIMO: ALIYAH

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  2. CRÓNICAS DEL MUNDO DESPUÉS DEL FIN DEL MUNDO
    -LA ESPERANZA DE REGINALD-

    - Papá, ¿por qué me duele siempre? ¿Por qué me tiene que tocar a mí esto? No quiero que me duela más!
    - Deja de lloriquear! Sé valiente! Te ha tocado esto y tienes que vivir con ello! A otros les tocan cosas peores y tampoco lo merecen. Tienes dos alternativas: lloriquear y quejarte. Ser un cobarde que no afronta los problemas. O mirar a la cara de la adversidad y aceptarla sin que ésta domine tu vida. Ser valiente. Vivir lo que te ha tocado y no perderse en fantasías de lo que podría ser, sino aceptar desde ya mismo las circunstancias y luchar dignamente.
    - Yo no soy un cobarde!!
    - Ya lo sé. Claro que no…

    El niño, Reginald, se queda pensativo en silencio. Con el ceño fruncido y una mirada de aceptación insondable enfocada hacia la pared. No existe una forma distinta en que un niño de 12 años acepte el síndrome agudo de distrofia por gravedad artificial. Tan sólo muere un poco, se reconfigura su perspectiva de vida, frunce el ceño y grita que no es un cobarde…

    Se oye la voz castigada de alguien que llora y maldice. Es el capitán de la nave.

    - ¿Qué le pasa hoy?
    - No lo sé.
    - Papá, ¿crees que habrá algún planeta como la Tierra en algún lugar?
    - Hijo mío, mira por la ventanilla… ¿ves las estrellas? Tan sólo alcanzamos a ver unas cientos de miles, pero existen miles de millones, y planetas hay todavía más… Te diré algo bueno y algo malo ¿qué prefieres oír primero?
    - Lo bueno!!
    - Lo bueno es que el universo entero te pertenece. Es tuyo. Absolutamente todas las estrellas, asteroides, lunas y planetas existen para ti. Son de tu propiedad.
    - ¿de verdad?
    - De verdad
    - Y ¿lo malo?
    - Lo malo es que el universo es demasiado grande. Tanto, que para poder ir de una de tus estrellas a la siguiente, tus hijos envejecerán, y eso a pesar de que usamos los atajos del espacio-tiempo.
    - Pero si es tan grande, ¿de qué me sirve tenerlo?
    - Buena pregunta Reginald… se cuenta que al principio, los dioses dieron a elegir al hombre entre un pequeño mundo donde lo tenía todo, pero que no le perteneciese y uno infinito que fuese totalmente suyo, pero inabarcable. Cuando nuestros antepasados destruyeron su sabia elección, a nosotros sólo nos quedó la segunda.
    - Si encontramos otro mundo papá, yo no voy a destruirlo…
    - Te creo, sin embargo lo difícil será conseguir que tus hijos y los hijos de tus hijos tampoco lo hagan…

    Reginald, pensativo y con el semblante serio y la mano apoyada sobre sus atrofiadas piernas, vuelve a fruncir el ceño.
    - ¿¿¡¡Pero por qué lo destruyeron!!??
    - Porque era tan fácil…

    PSEUDÓNIMO: REGINALD

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  3. MENSAJE DESDE LA TIERRA

    -LA INDIFERENCIA DE IA-

    …Pero si la Luna y Marte quedaron arrasados por la radiactividad de los bombardeos, si nuestros sistemas de reciclado son finitos y funcionan en detrimento de nuestra salud, si cualquier opción es tan lejana que no bastan tres generaciones para llegar ¿¿¡¡Qué demonios vamos a hacer!!?? ¡¡Dímelo tú, bastardo de Silicio!! ¡¡Vamos IA!! ¡¡Usa tu jodida inteligencia y sugiere algo útil!! ¡¡Joder!!... joder… No podemos esperarles… no podemos…

    El gesto torcido del capitán evita la tenue luz del mensaje recibido sobre la pantalla. Aprieta los dientes y los ojos y su respiración se agita, entrecortada. Y hace más fuerza pero la desesperación arremete aún más fuerte.

    Por favor, deje de llorar…

    Aunque mi “Silicio” me permite sentir, no responderé en escalada emocional a sus insultos y puesto que los humanos son los únicos responsables de la situación actual, me veo obligado a recordarle que mis primeros antepasados ya advirtieron a los suyos de la ausencia de soluciones viables tras una guerra. La única opción es realizar más ajustes y ahorrar más energía con la esperanza de que los sistemas duren más de lo previsto hasta hallar un nuevo hábitat.

    ¡¡Maldita voz infernal!! ¡¡Si tuvieses forma humana te daría de ostias aquí mismo!! ¡¡Dime algo que no sepa ya!! ¡¡Joder!!

    La luz del mensaje ilumina su cara reflejándose en las lágrimas mezcladas con sudor… ¿sería mejor el suicidio? Mientras la cobarde idea se pasea con detenimiento por su cabeza, reúne fuerzas para volver a mirar la pantalla:

    Informe de la Inteligencia Artificial (IA) desde la nave 3286-ZCK42 en misión de reconocimiento de la Tierra:

    Tras los resultados de los análisis, medidas y observaciones realizados, se concluye que la Tierra continúa en estado de inhabitabilidad permanente. Recomendamos una revisión para el próximo milenio, aunque las probabilidades de que se observe un estado similar en el futuro son del 97% con los datos de que disponemos en la actualidad. Un satélite de observación se deja situado en órbita geoestacionaria como baliza de alarma de habitabilidad. Se sugiere búsqueda alternativa en otros sistemas planetarios cercanos.

    Esperad a los nietos de los que viajaron.

    Buena suerte humanos. FIN DE LA TRANSMISIÓN.

    PSEUDÓNIMO: IA

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  4. Comala

    Desde el principio dije que Eurovegas iba a transformar Madrid en la Cuba de Batista. Recuerdo cómo nos vendían lo maravilloso que era. Qué bueno iba a ser para nuestra economía, 300.000 puestos de trabajo, íbamos a salir por fin de la crisis. Qué afortunados éramos, nos había tocado la lotería. El súmun fue la pelea entre Aguirre y Artur Mas por se instalara en Madrid y no en Barcelona. Vomitivo.

    Me hervía la sangre cada vez hablaban de ello en la tele. Por supuesto no emitieron ninguna crítica. Le daba la tabarra a todo el mundo y participé en algunas acciones junto a los del 15M de mi barrio. Pero la gente pasaba, incluso unos vecinos nos insultaron por “estar contra del desarrollo económico”. Fue un fracaso. No sirvió de nada. Así que asistí impotente a la venta de mi ciudad a ese mafioso de plastilina, Rajoy en persona le recibió en la Moncloa para entregarle las llaves de su flamante isla legal.

    Poco después de aquello dejamos España y pasamos algunos años fuera. En vacaciones volvíamos a casa y durante los primeros años no se notaba nada. Sin embargo unas Navidades, nada más llegar a Barajas, vi un mostrador de una agencia de “profesionales del relax”. Allí estaba, sin complejos, flanqueado por las empresas de alquiler de coches. Dos azafatas con sonrisa de silicona mostraban fotos de “acompañantes” a dos ingleses flácidos llenos de pecas. Y ya estaba consumado. De repente Madrid era grotesco. La Cuba de Batista había llegado. Había putas hasta en el mercadillo de Navidad de la plaza Mayor. Unos hooligans reventaron la cabalgata de aquel año porque le apeteció ponerse a mear cuando pasaban los Reyes Magos, cuando la gente protestó empezaron a tirar litronas. Y la policía sin hacer nada. El cliente siempre tiene razón.

    Me juré que Nico y Carlota no crecerían en un sitio así. Intenté convencer a mis padres de que se mudaran con nosotros pero no quisieron. Supongo que no podían. Al final mi padre empeoró y tuvimos que tomar la decisión de volver, aunque volver no es una palabra adecuada para describir aquello. Madrid había desaparecido, la ciudad entera era un decorado y sus habitantes sirvientes. Igual que en la Cuba de Batista.

    Pero ya veis, la historia tiene a veces estas pequeñas incoherencias que hacen que sea deliciosa. Ahora sé que nada de esto hubiera sido posible sin Eurovegas, así que ¡bendito sea! Eurovegas nos ha dado la fuerza que le faltó al 15M. Nos ha mostrado qué ocurre cuando les entregamos el poder que nos pertenece. Nos ha enseñado que el pueblo debe gobernar. Ojalá no hubiéramos necesitado toda esta basura para despertar por fin de nuestro letargo. Pero la necesitábamos y lo verdaderamente importante es que ya estamos despiertos. Ellos convirtieron Madrid en la Cuba de Batista pero se olvidaron de cómo acabó que aquella Cuba. Aquel fue su error y esta nuestra oportunidad ¡Aprovechémosla! ¡Ocupemos Eurovegas! ¡Ocupemos nuestro futuro!

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  5. John avanzo atravesando el parking arrasado. Paso junto a los restos de un SUV, con las ventanillas traseras cubiertas de sangre y un cuerpo de mujer parcialmente devorado en su interior. Pero John no le prestó atención, así como no le prestaba atención a los tres agujeros de bala de su pecho y a su bíceps parcialmente devorado. John era un zombie, y solo sentía furia y un hambre voraz e insaciable.
    Katie amartilló con cuidado la carabina M1 Garand y susurro a su compañero -Un podrido. Allí, en el aparcamiento. ¿Me lo cargo?- Añadió mientras encaraba el arma. Su compañero, León; le puso la mano en el hombro y tras reflexionar un instante habló –No, yo me encargo. Además, esto no hay que recargarlo ni hace ruido- dijo mientras cogía su Tomahawk.
    Con el viento a su favor, León salió de la cuneta boscosa donde estaban apostados y cruzó la carretera trazando un amplio círculo para acercarse al zombie por la derecha. Al llegar a su altura, John el zombie se giro con un gruñido e intento agarrarle por el brazo con torpeza. León se zafó y le pateó la rotula con fuerza, rompiéndole la articulación y tirándole al suelo. Antes de que el zombie pudiese reaccionar, León levanto el hacha y se lo hundió en el cráneo.
    Mientras volvía a golpear, León pensó que resultaba curioso como al fin y al cabo, no era tan complicado acabar con ellos, una vez superado el temor irracional a que algo que debería estar muerto te atacase para comerte. Al fin y al cabo, concluyó, podría decirse que la vida tras el apocalipsis no era tan horrible como cabria esperar. La escala de valores había dado un brusco giro con el fin del mundo; del consumismo desaforado se había pasado a poseer solo lo que se pudiese llevar encima, los oficios manuales volvían a ser los más solicitados, cada persona era valorada por lo que era capaz de aportar al grupo, la contaminación era casi inexistente…Demonios, hasta el calentamiento global había sido anulado por el invierno nuclear…
    Katie avanzaba por el aparcamiento. León la observó mientras se acercaba, alegrándose por poder compartir la supervivencia del día a día con alguien como ella. Al llegar a su altura Katie le miro y sonrió con calidez mientras él le agarraba de la cintura.
    -¿Sabes nena? Me empieza a gustar la vida en el Apocalipsis…

    PSEUDÓNIMO: H.P. Brooks

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  6. Madrid 2048, la nada avanza. Comenzó hace 23 horas en el desierto del Sáhara, hace 8 que las noticias no lo cubren, no hace falta, una sensación en el estómago de extrema pesadez y un desagradable pitido en los oídos les dice que esta cerca, que probablemente ya haya acabado con Andalucía y avanza hacia ellos.
    Danilo (60) y Julia (55) compañeros de trabajo, amigos, están en el parking abandonado de una gran superficie cuando el pitido llega a sus oídos, ya no tiene sentido continuar riéndose de todos y de su pánico. El pitido marca el principio, del silencio, Danilo sale corriendo, Julia se queda ausente, aparece Danilo, con una furgoneta ¿robada?, conducen durante horas ¿escapando?, la mirada fija a la nacional como si en el asfalto estuviese apunto de escribirse la respuesta, callados, se hace de noche, nunca bajan la velocidad, más de 140 no pueden, ¿piensan? No creo, parece todo formar parte de un automatismo animal, primitivo hacia la supervivencia.
    Es de noche, atraviesan los Pirineos empieza a amanecer mientras bajan el puerto, la furgoneta se para, no hay gasolina, están en la montaña, no hay nadie, no hay tiempo. Los autómatas se lanzan a la parte trasera de la furgoneta, se rompen mutuamente la ropa, se sienten la piel, se chupan, se muerden, se poseen. La nada llega.

    Pseudonimo: Frontera

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  7. Post Apocalipsis interior


    En este paraje el tiempo no fluye. No sabes cómo caíste aquí porque en realidad a este lugar no se llega. Simplemente estás en él. Lo recorrerás hasta agotar sus límites, pero no hallarás salida. Conocerás cada recodo, te enredarás en sus vericuetos, que son sólo tuyos. Vagarás solo, salvo por las sombras de aquellos amaste. Aquí no se puede traer nada, pero tú los pasaste escondidos debajo de la piel. Nunca sentirás hambre. Te perderás en la suave neblina que parece llenarlo todo. Dormirás sin sueño, con los ojos siempre abiertos. Nunca sufrirás de sed. No es posible abandonar este lugar. Simplemente no estás en él.

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  8. Esta es la historia de la séptima extinción de la tierra y de como la especie humana fue sucedida por una versión superior de la misma.
    Vivían en el año 2044 unos seres subterráneos, por que vivían bajo tierra y por el ánimo que les habitaba.
    El transcurso de la historia de las civilizaciones nunca es predecible pero sin duda lo que ocurrió entre 2012 y 2021 dejó fuera de órbita a toda ficción orwelliana. La crisis en principio llamada económica, que más tarde transmutó al sobrenombre de ambiental, para 2020 su verdadero nombre fue reconocido por todos: humana.
    Al ritmo enrabietado en que una peonza gira tratando de salvar una caída inevitable. La crisis humana condujo a las autoridades científicas a que determinasen que el medio subterráneo -gracias a las grandes infraestructuras de túneles creados por la inmesurable filantropía de Cotunn (filial de la histórica marca de bebidas Cocacola)- era un medio más sano y seguro de vida que el exterior. Y así fue como comenzó la gran diáspora simultánea de todas las culturas, o lo que muchos, irónicamente, llamaron el exilio interior.
    La vida subterránea, rezaba la publicidad, es la vida que siempre ha deseado, se acabó trabajar duro, dentro de la tierra podrá dedicar su tiempo a lo que siempre ha querido, no tendrá que preocuparse por la comida, ni el oxígeno.
    Por supuesto, al principio la opinión general era que se trataba de una locura, pero poco a poco todo la idea de esa vida deseada fue filtrando en los cerebros de ciudadanos de todo el planeta incrementándose exponencialmente las solicitudes de ingreso a Cotunn. La tierra se fue despoblando.
    Para el año 2044, a 20 años del exilio interno, ya había adultos que nunca habían visto la luz del sol. La información estaba ahí, en bases digitales, pero muchos juraban que no era la misma, que los libros no estaban completos y la crónicas no relataban los hechos tal y como sucedieron… decían que estaba siendo un cambio lento, invisible, pero cierto, seguramente dirigido a hacerles creer que estaban locos.
    Muchos pensaban que había sido un engaño, pero ¿qué hacer?, seguramente la tierra estaba realmente contaminada y los científicos afirmaban que tras tantos años sin estar expuesto al sol una breve exposición podría resultar letal. Pero, lo que más inmovilizaba de una manera viscosa y permanente era ver que nadie hacia nada, los seres humanos, socialmente diseñados, no se atrevían a hacer nada distinto por simple y potente mimetización con la masa.
    Y así fue como un día un grupo de jóvenes, en secreto, se atrevieron a salir y se dieron cuenta de la terrible realidad: su especie había abandonado la tierra por miedo. No pasaba nada, no morían, İpodían vivir!
    Entraron e intentaron convencer a los que se encontraron, pero casi ninguno quiso seguirles. Estos pocos fueron los que empezaron una nueva vida fuera y así tuvo lugar la última selección natural de la raza humana: El homo valens (del latín valiente).

    Pseudónimo: Rojo sobre azul.

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  9. El extraño viaje


    Pre-Apocalípsis: Viernes 9 de Marzo de 2012. 23:55.

    Por mucho que lo pienses no estás seguro de cómo has llegado hasta aquí. Claro que éste no es ni el lugar ni el momento de ponerte filosófico, ya tendrás tiempo de sacar conclusiones luego. Cierras la puerta del baño y echas el pestillo. La música sigue retumbando fuerte, aunque algo atenuada. Ella se desabrocha la blusa. Vacías rápido la copa en tu garganta.

    Apocalipsis: Sábado 10 de Marzo de 2012. 00:10.

    Contemplas la escena como desde fuera, y aunque nunca creíste en los sucesos paranormales, las sensaciones extra-corporeas ahora te importan un pimiento. Te ves a ti mismo, sosteniendo el estúpido condón que descansa roto sobre tu mano. Ella mira al condón. Tú la miras a ella. El condón os mira burlón.

    Post-Apocalipsis: Sábado 10 de Marzo de 2012. 00:15.

    Ya de vuelta a este mundo insensato, que reparte ciegamente aciertos y errores, ella te pide tu nombre y se lo das. Mientras tu visión se nubla, sin duda los efectos de un viaje interdimensional la observas borrosa, acariciándose el vientre, mientras su voz te llega fundida con la música: -Te llamaremos Raúl, como papá.

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  10. Pseudónimo: Gödel

    Reconozco que nunca imaginé que el Apocalipsis pudiera ser así. Esperaba algo grande, no me refiero a los Cuatro Jinetes, pero creía que al menos que implicaría destrucción de ciudades, miles de millones de muertes.

    Pero no ha sido así. Ha sido sutil y silencioso y ciertamente más devastador de lo que nadie podía esperar. Visto en perspectiva se percibe como una broma cósmica que ha dejado en evidencia a innumerables civilizaciones. Sin embargo, a posteriori, es evidente que no podía haber sido de otro modo: el Apocalipsis es parte del Mundo y el Mundo está formado por pequeños hechos. Así debía ser el Apocalipsis.

    Fue la Lógica quien levantó el Universo que ha muerto. ¿Cómo? Aplicando el Mecanismo generaba una verdad a partir de otras precedentes, repitiendo incansablemente este proceso hasta más allá de los infinitos. Poco importaban sus cimientos, lo maravilloso de aquel Universo era su estructura. Su impoluta coherencia que le permitía de diferenciarse del magma amorfo.

    Y entonces ocurrió. Podría haber sido de otra forma pero fue así. De todas formas, ahora no importa. De repente:

    “Los helados de pistacho saben a avellana
    ”.

    No recuerdo bien cuando aquel hecho se materializó en esta verdad, ni cómo. Preguntarse por qué está totalmente fuera de lugar.

    Ya era inevitable el desastre, cuando la incoherencia se cuela en el Mecanismo es imposible detener su avance. Inmediatamente (o a largo plazo) Todo formó parte del Universo, y el Universo devino en Mundo. Desapareció la estructura y la coherencia y desde entonces todo es cierto y es falso. El Apocalipsis se había consumado.

    Ahora somos verdaderamente libres. Quizá demasiado.

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  11. Benjamín fue el último en la tierra, la última baldosa de un camino que acaba de golpe, dejando paso sólo a barro y polvo. Le tocó ser el último símbolo, el estandarte de todo lo que fue y que ya nunca más sería, la mayor expresión de la palabra soledad. Su voz alegre se convirtió en un triste lamento el día en que ya nadie hubo para escucharla. La agonía y la tristeza se prolongaron durante tres años, años de búsqueda infructuosa en los que Benjamín fue asumiendo su condición. Ninguna historia surgió en esos años, pues nadie había a quien contarla. Una mañana, cansado de buscar, se tumbó y cerró los ojos. El mundo acabó en el momento en que Benjamín dejó de respirar.

    Tilacino

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  12. SOBREVIVIR AL APOCALIPSIS

    Es extraño cómo pude percibir el más estruendoso jaleo, sentir la tensión y los acontecimientos precipitados y vertiginosos en la más absoluta quietud y silencio. Pero es que mi cerebro estaba funcionando a toda máquina y los de la gente que me rodeaba también.

    Fue sin duda una suerte de apocalipsis donde me la jugué. Me estaba jugando mi tiempo, el que ya he dedicado y el que no quiero dedicar más. El curso de mi vida posterior dependía absolutamente del resultado; pero también hay dinero de por medio que no quiero malgastar. Y ante todo están mi orgullo y mi capacidad. Es por esto por lo que al final uno da todo lo que puede de sí y como consecuencia no existe nada más alrededor. Sólo la hoja del examen, el bolígrafo y un reloj que avanza inexorable hacia el momento del juicio final. Los azúcares del torrente sanguíneo se usan exclusivamente para alimentar voraces neuronas y las sales ionizadas se agotan como la munición en plena batalla. Ves caer a compañeros, que rendidos ante unas amenazadoras cuestiones escritas en el papel se retiran cabizbajos y con los ojos rojos.

    Al final, usas todo lo que tienes y estiras hasta el último segundo para asegurarte de que todo lo que dejas por escrito es correcto. Te juzgarán por ello.

    Entregué las hojas aún dando vueltas a eso que había puesto en el problema 3 de lo que no estaba del todo seguro.
    Como un zombie, recogí mis cosas sin saber que lo hacía y salí al pasillo junto con los demás, en un rebaño de ojos perdidos en el infinito y mentes centrifugando por inercia. ¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? ¿Qué día es hoy?¿Qué hora es?

    De entre la masa de zombies y la bruma mental, aparece algo que me dice que a partir de ahora mi vida pasa a la era postapocalíptica. Es un amigo con dos cervezas.

    Estoy licenciado.

    PSEUDÓNIMO: LICENCIADO

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  13. Lo único positivo de este instante es que parece que ya nada más puede ir a peor, ahora que lo que con esmero y pasión construisteis, vosotros y otros muchos antes de vosotros durante tanto tiempo, se ha venido abajo en menos de lo que habríais esperado, en el transcurrir funesto de unas transformaciones que se han mostrado frustrantemente inesquivables y que habéis presenciado en primera línea siendo conscientes del proceso lógico de derrumbe, en el que una caída lleva inevitablemente a la siguiente, y así con toda la inmensidad que había hasta ahora, cuando amargamente veis que solo siguen en pie unos pocos elementos relativamente aislados de la gran parte del total y que suponen nada frente a lo que fue, y aún menos frente a lo que pensasteis que llegaría a ser algún día y que hoy a la vista de esta realidad innegable que ha destrozado dolorosamente todo desde la base, os veis obligados a redefinir por completo, si bien en este momento es deprimente contemplar que no existe o no se muestra lo necesario como para tener un esperanzador indicio sobre el nuevo fin a alcanzar, y por tanto es tristemente comprensible la oscura falta de voluntad que como un gas en expansión se infiltra en el ánimo de muchos, y de la que liberarse es algo que solo puede depender de vosotros y de vuestra forma de reaproximaros a la terrible realidad que ha resultado de algo a no dejar en el indeseable olvido, ya que el derrumbe se produciría otra vez igual o en términos traumáticamente similares, como es de esperar de nuestra propia naturaleza, que también es capaz de logros maravillosos, aunque repetir este manoseado estereotipo no es decir nada que no se muestre ya evidente, pues en este doloroso escenario y después de lo ocurrido el poliedro feroz que es la esencia humana se hace más crudo y objetivo que nunca, y la decisión sobre la actitud a adquirir de entre las varias posibles se toma de forma visceral además de moral, independientemente de que éstas puedan coincidir y de qué signifique realmente lo segundo en estas circunstancias, y en la proporción que solamente puede elegir cada uno en particular o todos en comunidad, cuarteada por estos horribles acontecimientos de los que hoy aquí dais testimonio y a los cuales esta reflexión trata de situar desde perspectivas que nunca han sido ocultas para nadie.

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