miércoles, 8 de enero de 2014

XIX Edición de Relatos Fundamentales



  
Tema: En esta edición se os invita a construir un relato inspirado en la pieza musical de vuestra elección. Dicha pieza ha de constar en el comentario a parte del relato. Se aceptan enlaces de youtube. Además de ser un relato sonoro, el tema será "DE VIAJE" (y que cada cual interprete esto como mejor le convenga).

Extensión: Los relatos tendrán un máximo de 500 palabras (incluso si se presentan en varias partes).

Método de envío: Cada relato será un comentario anónimo en este post.

Fecha límite: Se pueden enviar relatos hasta el 18 de Enero, día de la cena (negociable según el interés general). ¡Ejercitemos la procastinación!

Lectura de los relatos: La identidad de los autores será una incógnita en todo momento hasta que deje de serlo. Los relatos serán repartidos entre los participantes de forma aleatoria para su lectura, salvo que algún autor prefiera leer el suyo por alguna causa justificada. 

Si se considera oportuno, pueden leerse los relatos con los temas inspiradores de fondo. (El autor puede hacer constar su deseo en este aspecto). 
En esta edición tampoco habrá votación para el mejor relato, dado que lo más interesante es el debate que se genera a raíz de la lectura de los relatos presentados.
 

Organización de la siguiente edición: La elección de la persona que organizará la siguiente edición se realizará mediante un sorteo, y aquel al que le toque tendrá libertad total a la hora de plantearla.



16 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=Ov1z_NixZo0

    No sé hacia donde voy,
    pero no me detengo.

    El viaje acaba de comenzar. La incertidumbre, la duda y el vértigo se posan en mi estómago. Y el equipaje pesa, pero las manos aprietan el volante con una fingida seguridad.

    No sé hacia donde voy,
    pero no me detengo.

    El trayecto se presenta más interesante que la meta. Pero me entra la impaciencia. Haré lo que pueda. Mi cabeza dibuja un mapa alternativo en el que bucear, en el que buscar certezas. ¿Necesito un mapa si no tengo un destino prefijado?

    No sé hacia donde voy,
    pero no me detengo.

    Sólo para poner gasolina. Apenas he recorrido unos kilómetros pero el coche tiene sed. Me la contagia y pido un café. Observo la escena con curiosidad. Al otro lado de la barra los camareros discuten en voz baja. A mi derecha un señor con bigote está a punto de encenderse un cigarro, pero le tiembla la mano y se le resbala el mechero. Me devuelve la mirada nervioso. Al fondo una pareja parece ajena al resto del mundo. No hay nadie más. Pero hay algo inquietante en el ambiente. Pago y me termino el café de un trago.

    No sé hacia donde voy,
    pero no me detengo.

    Cambio la acompañada soledad del bar por la soledad buscada del coche. De fondo Outsider de L.A. Y de repente algo cambia. Como si mi cabeza hubiera vuelto a su lugar durante un instante. Y como si acabara de aparecer por arte magia observo la sangre que tiñe mis manos y salpica mi camisa. Yo todavía no lo entiendo, pero mis ojos se inundan al ritmo de las guitarras. Y algo me dice que este viaje es una huida. Algo me dice que pise el acelerador.

    No sé de que huyo,
    pero no me detengo.

    Pseudónimo: Fuga disociativa.

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  2. https://www.youtube.com/watch?v=T9BC5PY_OaM&list=PL2A75419053415E1C

    Ahí va Louis!!
    En mitad del frío vacío de la nada, entre las partículas subatómicas carentes de afectación y a través de los eternos tiempos cosmológicos, va flotando un pedacito de todos nosotros.
    Como un regalo que le hacemos al Universo, como en agradecimiento a sus bondadosas leyes físicas que nos permiten existir aunque sea fugazmente, un grupo de humanos creó el poema más hermoso que pueda hacerse jamás y lo envió a las estrellas, a través de la transparente oscuridad del vacío.
    En una nave espacial humana, lanzada en 1977, viaja un disco con información sobre el sistema solar, la Tierra, los animales y las personas. Hay sin embargo un apartado especial en el disco, en el que tan sólo se ha grabado música. Música para decir lo que no se puede decir con palabras. Una selección tristemente breve de las más significativas obras creadas por nosotros. Y ahí va Louis! Louis Amrstrong, con su trompeta hecha alma, y su prodigioso sonido que parece estar dando sabios consejos sobre la vida: “Las cosas son así, disfrutemos de lo que podamos. No te agobies, sonríe y sigue flotando por el espacio…”
    Trata tan sólo de imaginar esta despreocupada música, sonando dentro de miles de millones de años, cuando la Tierra ya ni siquiera exista, engullida por el Sol en su evolución natural. Cuando ni siquiera permanezca un recuerdo fósil de nada humano en la existencia y todos los ecos de nuestros logros y desgracias se hayan extinguido sin dejar rastro. Todas las historias de amor, todas las guerras, todos los grandes descubrimientos, todas las voces que cantan y hablan, perdidas para siempre en el tiempo…salvo esta nave y su disco.

    Ni siquiera podemos acercarnos a suponer lo extraño que sonará esto para quien quiera que pueda escucharlo, pero sin duda me hace sonreír pensar en esa segura torpeza para interpretarlo, cuando suenen los acordes que hablan mejor y más sabiamente que ninguna otra cosa sobre la vida, lo que no entendemos de ella y el buen humor con el que aceptamos todo esto. Efímero… salvo por este regalo que mandamos a la noche profunda, viajando por los tiempos de los tiempos. Ahí va Louis!!

    Pseudónimo: Melancholy Blues

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  3. http://www.youtube.com/watch?v=bOOKy8-V4Vo

    Habían estado pensando durante años, la posibilidad de ir a alguno de esos festivales de verano. Esos donde tocaban mil grupos de distinto pelaje en un solo lugar. Pero nunca llegaban a decidirse, o simplemente no cuadraban las fechas con las vacaciones, o ninguna de las dos podía inventarse una enfermedad repentina justo esos días o daba la casualidad que el dinero no se podía gastar en esas nimiedades. Siempre existía la excusa perfecta para no ir a nada de nada.
    Pasaba el tiempo para ambas, y con el paso de los años, se dieron cuenta que sus grupos favoritos dejaban de existir o que morían sus cantantes uno tras otro….gracias al tiempo cruel. Por esa razón, ya al borde de los 35, y aprovechando un viaje a Madrid casualmente de ambas, decidieron (al fin!) que era “ahora o nunca” , compraron las entradas y se prepararon mentalmente para tamaño evento. No importaba quienes se presentaban, a estas alturas del partido solamente la idea de ir juntas a un festival era suficiente aliciente en sus monótonas vidas.
    Pero, casualidades de la vida, azar o simple conjunción astral: en el festival se presentaba el grupo favorito de ambas! La banda sonora de sus vidas sería tocada en pleno y en el primer y hasta ahora único festival al que irían juntas! Sin duda el universo confabulaba a su favor… Serían dos días de música y emoción, viernes y sábado, finales de junio.
    Red Bull y vitaminas para preparar el cuerpo…luego dejarse llevar por multitud de jóvenes (y no tan jóvenes) hacia un descampado en las afueras de Madrid….encuentros fortuitos con antiguos conocidos… unos porritos antes de entrar….la mar de músicas…y la perfección absoluta cuando salieron ellos a tocar….canción tras canción, saltando sin parar, coreando a voz en grito…se dejaron llevar hacia el infinito….fue colosal….
    "There's a storm outside, and the gap between crack and thunder Crack and thunder, is closing in, is closing in The rain floods gutters, and makes a great sound on the concrete On a flat roof, there's a boy leaning against the wall of rain Aerial held high, calling "come on thunder, come on thunder"

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  4. http://www.youtube.com/watch?v=4zLfCnGVeL4

    Chirría la llave al girar en la cerradura de la puerta y cruje de nuevo al encajar contra el marco y cerrarse en la entrada de esta casa vacía de tu cuerpo, tu voz y tu piel. Ya no hay pasos, ni voces, ni música. Ahora solo hay frío y soledad en esta casa que hace tiempo también fue la tuya.

    Ya hace 5 años que te marchaste y me siento incapaz de seguir sumando días en el calendario de mi memoria porque el silencio grita en mis oídos con un sonido agudo y sordo como el silbato de una olla exprés. Un silencio pesado y envolvente que no me deja pensar.

    Pongo la televisión para dejar de oírlo: Un cisne negro corteja a su pareja bajo la atenta mirada de una gacela que bebe agua en la orilla, publicidad, un robot futurista, salva a la humanidad de un ataque alienígena, publicidad, una señorita de talla 36 vende fajas reductoras para conseguir la silueta perfecta… Subo el volumen, pero sigo sin poder oírlo porque el silencio se ha hecho mas fuerte y apago la imagen.

    El click del mechero enciende un cigarrillo mientras paso el dedo por la pantalla del móvil sin rumbo concreto buscando algo que me libere de los 172.800 segundos de este fin de semana que se interpone entre la rutina del viernes y la del lunes… La agenda de contactos produce un sonido de ruleta al pasar por la pantalla, sin detenerse en el hueco que ha dejado tu nombre en la agenda. Pero a ciegas, de memoria, vuelvo a marcar tu número.

    Sobre la mesilla, en el que un día fue tu lado de la cama, se rompe el silencio… suena un móvil, el que en contra de todo consejo, pongo a cargar cada noche cuando vuelvo a cambiarle la fecha al día antes de tu muerte.

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  5. https://www.youtube.com/watch?v=ZWjUuWzF43I

    Me fui. Tomé el primer tren que salía de la ciudad y me largué.
    Porque la tristeza de las goteras y la pintura descascarillada se me estaba contagiando.
    Porque las expectativas de aquellos a los que nunca importé me coartaban.
    Porque las flores que planté se estaban marchitando.
    Porque ya no íbamos a comer todos juntos y ya no nos escuchábamos en el café.

    Los suburbios de Madrid dieron paso a los campos.
    Y por la ventana pude ver a miserables como yo atrapados en sus rutinas,
    en casas de tristeza varadas en las riberas de la vía.
    A causa de la imprudencia en la política, la gente yacía enterrada bajo sedimentos de malas decisiones.
    Ya no se oía: Nos vamos!

    Por eso me fui de allí. A mediodía.
    Porque los hijos de María y de Julia, ya no regresarían.
    Porque la historia del lugar, se iba transformando desde la emoción en las voces hasta los grillos, la lluvia y la indiferencia del viento
    Porque la calidez de los que conocía era sólo un recuerdo. Y no volvía.

    Porque había desgastado mis momentos con la chica que no era.
    Porque me equivoqué demasiado, incluso para mi edad.
    Porque vino a visitarme una voz, que dijo que ya era demasiado tarde y no quise hacerle caso.
    Porque lo que yo hacía, en realidad lo podía hacer cualquiera.

    Me sentí mejor alejándome, navegando por las praderas
    Atardecía en ese lugar de la Tierra, les enviaba a mis amigos lejanos la mañana.
    Atrapado en la necesidad impuesta de dinero, había usado mi entusiasmo y alegría en algo que no sentía.
    Por eso emprendí mi viaje y miraba el mundo de esa manera…

    A medida que viajaba se aclaraba mi mente
    Y vi al joven yo enamorándose sin correspondencia.
    Vi claros los momentos que más echaba de menos,
    los que nunca habían tenido lugar. En lo mejor de mi vida estaba ausente

    Y cuando llegué al norte, vi aquellos colores…
    Y las olas del mar devolvían todo lo que preguntaba
    Y la roca convertida en arena, me decía que todo es cuestión de tiempo
    De nada servía haberme ido lejos si conmigo viajaba aquello de lo que huía.
    Porque viajar me ayudó, pero no me salvó
    Porque aún envidiaba al fantasma de la oportunidad perdida
    Porque volaba tras el tren lo que me atormentaba
    Ahora, ¿Quién tiene el valor de salirse del guión y plantar flores?

    Pseudónimo: Rodriguez

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  6. ^^Jean Sibelius. Sinfonía Nº 2 en Re Mayor. IV finale, Allegro Moderato,^^

    Arrullado por el vigoroso traqueteo del tren, vino a mi mente aquel ser mágico, y comencé entonces a componer los retazos de mi vida, como si siempre hubiesen sido ajenos y a la vez presentes.
    A mi avanzada edad y en aquel compartimento para cuatro pasajeros que compartía con mi soledad, observé por la ventana una extensa y frondosa familia de abetos esbeltos y apiñados que se disponían a saludarme tras el cristal. Una montaña altiva asomaba su porte tras los árboles y una luz vespertina acariciaba con su tacto suave la escena. El humo de la chimenea en la cabecera del tren se esparcía en jirones alargados hasta donde se perdía mi maltrecha vista. A mis ojos, aquel paraje acostado a los lados de la vía del ferrocarril me transportó a mi indómita juventud.
    En aquel entonces sólo importaba la nación, era una excusa por la que luchar, una identidad por la que dejarse la piel, un refugio. Recordé cómo me desprendí del mundo de las letras y caí apasionado en manos del arte de los sonidos, aquel que los alemanes se habían empeñado en cuadricular, y que, gracias a los aires de cambio traídos desde Viena, había aprendido a temer en el fondo su propia naturaleza subversiva. Acabé pues acodado entre dos aguas, con alabanzas y dentelladas por igual de cada uno de los bandos. Floté inmune sobre las escorrentías, como el cisne negro de Tuonela, y fui reconocido en mi treintena por medio mundo, venerado y agasajado por mis compatriotas con las más altas condecoraciones. Me acordé de aquellos tiempos pretéritos donde, recostado en la cumbre del éxito, la verborrea de mi inspiración nunca traicionó las imposturas de mi alma, pero que en ocasiones buscó ahogarme.
    El Whisky templaba entonces mi ánimo y agudizaba mis sentidos, pero un aguijonazo en mi férrea salud me destrozó, no hirió sólo mi cuerpo, también creo que dividió mi ánimo. Desde entonces he continuado buscando la fluencia perdida, el ritmo cadencioso de las ideas que, una vez encadenadas y dispuestas, permitían una nueva creación. Aún continúo sufriendo desvelos con la tarde en que intente exprimir mi genio en una nueva obra y acabé con el corazón exhausto y un nudo en las sienes que me llevó a destrozar los pliegos llenos de notas, de eso hace ya veinte años.
    Como el desgraciado de Lemminkainen, busqué lo prohibido, ansié el hálito de la inspiración, pero su caudal me devoró. Me enseñó a apreciar que solo ella puede buscarte, que su caprichosa naturaleza tan solo comprende un fatal destino.

    Un ruido deslizante me sacó de mi ensoñación. Un joven de porte estrecho y mirada tímida me observó desde la puerta de mi compartimento. Su gorra granate y su uniforme abotonado delataron sus intereses.
    - Señor, ¿es tan amable de dejarme su billete?-
    Con un esfuerzo alargué mi mano para entregarle mi pasaje.
    -Gracias, ¿a dónde se dirige monsieur?-
    Sin poder responder, volví la vista a la montaña, los abetos, y a un pequeño lago que se había descubierto tras ellos, en su superficie calmada me pareció que extendía sus alas la metáfora de mi existencia.

    Pseudónimo: Sibelius

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  7. My time

    http://www.youtube.com/watch?v=Tth8hWcrZM8

    Con cada paso un peso
    mas cada vez menos

    Para poder viajar has de saber despedirte, regodearte con cada paso pero sin dejar de ansiar el siguiente. Dos besos y un hasta luego, la promesa de un futuro siempre alivia equipaje.
    Has de coger el tren y continuar de frente. Cada viaje un hito y un hito en cada viaje
    Contar la vida en kilómetros y no en lustro. El viaje de tu nacimiento, tu primera mudanza, las vacaciones infantil hacinados a 40 grado en un R5, el viaje de fin de curso, la universidad, la academia, la residencia… Otras ciudades y otras maletas.
    Con cada paso un peso
    mas cada vez menos

    La maleta siempre a medio hacer, no has de acumular demasiado, y siempre la duda constante: has de irte o de quedarte. Tardes aciagas de domingo en estaciones de tren. Catenarias, gasolineras, y el mismo hormigueo en el estomago, no quieres irte pero no puedes quedarte.

    Con cada paso un peso
    mas cada vez menos.

    Viajes en metro, en tren, en avión, en autobús, y cada vez menos tu y a la vez el mismo, atrás quedaron tus viejas botas. En este viaje escribiremos cada día 3 razones para irse y 3 para quedarse.

    Recuerda para poder viajar has de saber despedirte
    pero también acordarte.
    Has de saber volver para poder alejarte.
    Has de saber quién eres para poder olvidarte
    Con cada paso un peso pero cada vez menos
    Atrás quedaron los amuletos y grandes maletas, lo que necesitas no pesa
    Acuérdate de despedirte pero también de encontrarte.


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  8. Toquetea los botones de la radio cansado de las noticias que minan la moral de cualquier ciudadano, pensando en que no hay derecho a que entre todos tengamos que pagar los destrozos causadas por los cuatro perro flautas radicales de siempre. ¡Qué barbaridad! Murmura entre dientes, “Si me dejaran a mi les metía dentro del contenedor ardiendo, a ver si les parece tan gracioso”.

    https://www.youtube.com/watch?v=SX8HPD3jIT0
    Por fin localiza una emisora que cambia su humor, suena Torito guapo en Radio Olé y tamborilea los dedos en el volante siguiendo el ritmo familiar. Al girar la calle se detiene ante los gesto de una mujer que a duras penas se protege de la llovizna con su bolso sobre la cabeza.

    “Estamos de suerte” piensa al adivinar una imponente figura femenina.
    -Buenas Noches señorita. ¿Dónde vamos?
    - Calle Barquillo 40, por favor.
    - A la orden… Vaya nochecita.
    A través del ligeramente empañado espejo retrovisor trata de hacerse una idea de cómo es ella. Advierte una melena ondulada, muy larga, casi tanto como las piernas que terminan en unos tacones imposibles. Se alegra de haberse puesto la colonia fuerte.
    - Menos mal que a veces uno va bien acompañado en el taxi.
    - (Ligero carraspeo)
    - Hombre, a la verdad me remito. No siempre tengo el gusto de llevar señoritas tan agradables como usted. No sabe que calaña se ve por las noches…
    - Imagino
    - Es que hay de todo. Este país se va a la mierda, con perdón. Si no es por hombres íntegros estaríamos acabados. Hombres como un servidor, y no es por tirarme flores. Oiga, y no quiero quitar importancia a las mujeres, que son imprescindibles. A ver qué hacíamos nosotros sin una buena mujer a nuestro lado. Mismamente la mía es una santa: en sus cosas, su casa, su compra. ¡No tengo queja! Aquí donde me ve, yo sé valorar una buena mujer de los pies a la cabeza.
    - No lo dudo
    Aprovecha el semáforo para girarse y dedicar una sonrisa que pretende ser seductora a su clienta. Los ojos se posan directamente en el espectacular escote que se intuye bajo el abrigo semiabierto
    - ¡Vaya lluvia se está poniendo! … Lo que le decía, que lo que no soporto es el hombre blandengue, que se deja dominar. Así van las cosas. Usted es joven, pero tampoco le gustará un cualquiera como padre para sus hijos. Que no sé si es soltera, me extrañaría… Pero eso, que un buen padre tiene que ser un ejemplo, con las cosas claras. Yo tengo dos varones ya creciditos, uno militar y a punto de casarse, un campeón. Y el otro fue a la universidad y todo, aunque hace tiempo que no le veo. Está fuera ¿sabe?
    - Vaya
    - Pues ya estamos cerca. No me gusta mucho entrar por Chueca ¿eh?. Ya sé que en el barrio hay como en todos lados; mismamente también habrá gente normal y buena. Y no es que sea xenófobo, pero a los mariquitas, gays, jularras o como se quieran llamar, no puedo ni verlos. Que no los trago oye.
    Buenoo. Llegamos. Son 13, 40. Lo dejamos en 13 que no todos los días va uno tan bien acompañado. Aquí tiene una tarjeta para que me llame cuando quiera, y por ser usted hacemos un precio especial o lo que haga falta.
    - Buenas noches

    Se siente satisfecho. A pesar de la edad cree que ha podido impresionar a la clienta ¡Y vaya hembra! Se aleja cuanto antes de aquellas calles llenas de perversión.

    ***
    Cuando Débora entra al camerino, su compañera de espectáculo ya está casi preparada, retocando algún detalle del corsé de plumas.
    - Traes mala cara
    - ¡Joder, es que no sabes vaya viajecito! Arroja un papel al cubo de basura, sin acertar.
    Divax se agacha, descendiendo de sus enormes plataformas. Un escalofrío le recorre todo el cuerpo al leer el nombre de su padre en la tarjeta del taxi.

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  9. http://www.youtube.com/watch?v=vUJcSwdh2gA

    La casa esperaba fría, sola, inhóspita. Lo tomó como una señal de rechazo mutuo. Encendió la catalítica y se preparó un té con desgana. Si bebía café a esas horas no conseguiría coger bien el sueño. Estaba un poco harta de las malditas infusiones aromáticas que ni siquiera le gustaban, sólo las tomaba porque le hacían entrar en calor. Ese maldito frío húmedo de Santiago calaba hasta los huesos.
    Encendió la televisión. Tantísimos canales para nada. Ni en uno solo encontró algo que tuviera el más mínimo sentido para ella. Todo artificio, y de la más baja calaña. Tenía que elegir pronto un nuevo libro para ocupar esos ratos de sofocante soledad, pero todavía estaba digiriendo el anterior y les gustaba reposarlos.
    El último le había movido tantas cosas por dentro… le ocurría casi siempre con la literatura latinoamericana. Había vuelto a coger ese avión a México. Había vuelto a descubrir, a querer, a sufrir, a vivir. ¿Y si se atreviera a volver? Todavía le quedaban bastantes años para valerse por sí misma y ya tenía bastante camino recorrido al otro lado del Atlántico, no le tocaría pagar las novatadas del primer viaje. Pero seguramente sus amigos ya no estarían allí, ni Pedro, y probablemente tampoco existiría la cafetería donde pasó tantas buenas horas. Ni siquiera las calles seguirían igual. Había pasado demasiado tiempo.
    De pronto sus cavilaciones se le hicieron estúpidas. Demasiados pájaros en la cabeza para su edad. Además, ¿una gallega con morriña de Jalisco? No llegaba ni a gracioso, sólo resultaba patético.
    No, el siguiente libro que leyera tendría que ser distinto, tendría que significar tan poco para ella como la tele. Como su vida.

    Morriña

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  10. http://www.youtube.com/watch?v=mAqJ0R-EkZg



    Abrir los ojos. Sentir el suelo. Levantarse poco a poco. Pensar en lo perdido, y lo arrebatado. Llorar. Recordar remotamente lo que nos doblegó el día de ayer. Enfocar la vista hacia afuera y ver a otros despertando. Comprender, que al igual que tu, han formado parte de una historia y ya se ha terminado. Vislumbrar, que ahora ellos son tu nueva historia. La que no ha empezado aún. La que empezará cuando el hambre os haga renunciar a vuestro lugar, ahora invivible. Mirarse, y sentir que estáis juntos en esto, y que sois lo mismo, aunque no os conozcáis. Porque la violencia del huracán ha volado hasta la más nimia de las diferencias entre los que han sobrevivido. Sin ropas. Sin planes. Sin aversiones ni preferencias. Encajar, que la tierra ha girado dos veces para vosotros. Poder, entre todos, salir caminando. Sin importar hacia donde. Darse cuenta, de que ya únicamente podéis crecer. Porque la vida se ha presentado tan inamovible esta vez, que como si de una roca se tratara, solo podéis tomarla para coger impulso.

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  11. http://www.youtube.com/watch?v=hFt8Z5nRkTI (“No sabe dónde va”, Amaral)


    “Y si en casa nos quedamos,
    Sin poder veranear,
    También en casa podemos
    Un buen verano pasar…”

    ¡Y una porra!, pensaba yo a mis 8 años de edad. Es una estrofa de una poesía sobre las vacaciones que memoricé para un festival del colegio. Por entonces anhelaba saber qué había más allá de las paredes de mi habitación pintada de rosa. Pedí por mi 8º cumpleaños un mapa de mi comunidad autónoma. Por mi 10º, un mapa de España. El mapamundi a los 11.

    Viajar. Sentir ese hormigueo en los dedos cuando, comprando un billete de Ryanair -vuelco en el estómago, Mastercard en mano-, le das a “Aceptar”. Renovar el pasaporte, imprimir la tarjeta de embarque. Abrir la maleta, echar ropa dentro. Cuanto menos pese, mejor. Oír el ruido de las ruedas del trolley traqueteando por el suelo. Dejarte embriagar por el ambiente de estaciones y aeropuertos. Descubrir a la persona que viaja a tu lado en el autobús, un viaje dentro del viaje… Acompañar en momentos importantes. Unos recién casados, una recién divorciada. Compartir momentos banales. Darte cuenta de que en el fondo no somos tan diferentes. Aceptar y respetar el viaje de otros.

    Decidir que aprovechas el viaje para conectar con tus cosas… Otro viaje dentro del viaje… Disfrutar de lo pequeño y lo enorme, de lo trascendental y lo terrenal (¡la barra libre de los viajes transoceánicos!).

    Dormir en un autobús y amanecer en tu destino. Sumergirte en un país nuevo, sus gentes, su idioma, sus olores, sus sabores… Maravillarte con las cosas. Lo nuevo y lo viejo. Los demás y tú. Estar rodeado de gente. Estar solo pero no sentirte solo. Dejarte llevar donde te guíen tus pies. Perderte y encontrarte.

    Confiar en que llevas contigo todo lo que necesitas, a tus espaldas. El camino y las personas te darán el resto. Llevarte lo esencial contigo.

    Aprender que viajar no es huir. Darte cuenta, a lo lejos, de cosas de cerca. Alejarte para acercarte. Traerte cosas. De las que no pesan.

    Viajar es vivir, vivir es viajar. Saber viajar también en tu misma casa, en tu mismo trabajo, con cada entrevista, en la terapia, de uno u otro lado. Visitar un museo, ir a un concierto. Fluir bailando, leyendo, hablando. Vibrar con la música. Meterte en la historia que te cuenta un libro. Descubrir un recoveco de tu parque favorito. Ver, cada día, las cosas como si fuera la primera vez.

    Porque, como acababa la poesía…
    “No importa donde vayamos.
    Lo que importa es disfrutar”.

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  12. http://www.youtube.com/watch?v=Nt8yTVd8otQ
    Todo se percibe bajo la niebla; las chacras y las pequeñas comunidades indígenas van apareciendo en la ribera del río. Las balsas se cruzan de vez en cuando y las lanchas, con los pasajeros hacinados en sus hamacas, dejan paso a las olas inexistentes en estos ríos de selva baja.

    Llega un momento en el que la densidad del agua cambia, se siente mayor ligereza al navegar, el agua se ha tornado negra y nos adentramos en la selva de los espejos. Es la nitidez la que ahora embriaga el paisaje, los árboles y el cielo te envuelven, el agua es un espejo de la realidad. Los pies, con botas de montaña de una señorita “gringa” en medio del río marrón, están destinados a no parar.

    Charo decide acomodarse en el hueco que queda entre los sacos y las mochilas. Son saco de víveres, sobre todo de arroz y azúcar. Será en ese lugar donde la “gringa” caiga. Ambas dejan sus cuerpos a la deriva, simplemente les mece el movimiento de la canoa, como una araña mece a su presa en la tela.

    Ha llegado la lluvia. Es curioso, aquí primero se escucha como cae el agua a kilómetros y luego te atrapa. No refresca, este mosquitero es horrible, pero es impresionante cómo cambia un escenario cuando escuchas su música.

    Conoció a Walter. Un chico que le trajo inquietud y actividad. Va descalza, sus pies blancos empiezan a tostarse, quiere que se tornen oscuros.

    El sol comienza a caer. La proa del bote es el lugar más cómodo. El culo no se te queda a rayas y puedes llevar los pies en remojo. El agua está caliente. La luz que tranquiliza el día se cuela entre los árboles de la ribera.

    Estamos volviendo de la selva de los espejos.

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  13. http://www.youtube.com/watch?v=Vbnoq4DPwoc (Al final de este viaje, de Silvio Rodríguez)

    Y así se inició su viaje. Aquel que le daría el mayor regalo que pudiera soñar. Y sin darse cuenta comenzó a andar por la eterna ciudad. Se vació del miedo y de las ataduras. Se liberó de su pasado y tomó las riendas, después de tanto tiempo en el que éstas le mantuvieron preso. Se llenó, a miles de kilómetros de la que fue su casa, de las palabras, de los gritos, de los llantos, de las miradas, de los besos, de las historias desgarradoras y sus pedazos. Vibró. Entre edificios inmensos y aceras rotas, entre lujosas casas y montañas de basura, entre el caos de los coches y la luz rosada que transformaba las fachadas de Buenos Aires. A la vez él, sin saberlo, se transformaba. Como cuando cambia el reflejo de luz a cada instante en el atardecer, así sumaba matices de color su alma gris oscuro. Y del leve rosa que surgió, apareció el más intenso rojo que jamás habría esperado contemplar su corazón. Dándose cuenta así, de que el viaje que había iniciado era un viaje de vida, se dejó inundar por cada experiencia, por cada momento, ligándose a la esencia de la cuidad a cada paso. De la tristeza nació la alegría. De la apatía surgió el más puro deseo. Del bloqueo se inició el movimiento. De la muerte nació la vida. Contemplando el río de la Plata, se vio a sí mismo por primera vez en su reflejo y lloró. Por todo lo perdido, por todas las veces que no se tuvo, cuando la soledad era vacío. Dejó entrar a las presencias de los otros y quedó presente en todos los que compartieron este inesperado viaje hacía el autodescubrimiento. Y, de ese modo, ya no hubo más soledad en la soledad. “Viste que, quizás, vio por primera vez con claridad algo lindo dentro de sí, ¡o qué sé yho boludo!”

    Al principio, sin conciencia del proceso, comenzó a surgir de modo inconsciente todo aquel renacer a la vida. Sólo al final de su viaje, GRACIAS a un otro que supo leer en su más profundo interior se dio cuenta, como quien comienza a ver después de haber estado en la oscuridad durante toda la existencia: se había recuperado a sí mismo.

    “Al final de este viaje en la vida quedará, nuestro rastro invitando a vivir. Por lo menos por eso es que estoy aquí.” Silvio Rodríguez.

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  14. https://www.youtube.com/watch?v=DKftiJS30Cs [A PARTIR DEL MIN 6:31]

    ¡¡Y en verdad os digo!! ¡Que aquel que vino de las estrellas, tenía en sus manos el sagrado poder de la curación, pero también, con la furia del relámpago del cielo, podía quitar la vida en un instante a cualquiera! ¡¡A voluntad!!
    - ¿Aunque te encontraras a mil pasos?
    - ¡¡Y a cinco mil también!!
    - ¡¡Alabado sea!!
    - ¡¡Alabado!!
    Miles de peregrinos se arremolinan ante la sagrada reliquia caída del cielo.
    La fe es ciega.
    Aunque los milagros ocurrieron ya hace miles de años, muchos pudieron verlos con sus propios ojos y dar testimonio del Poder y la Verdad que cayeron del cielo. Un Dios había llegado a ese planeta trayendo consigo la magia.
    - ¡Usemos los símbolos que no entendemos para culminar el ritual!
    - ¡Usémoslos!
    - ¡Usemos las palabras prohibidas para llamar a Dios!
    - ¡Usémoslas!
    La muchedumbre al unísono, en un grave y atronador rumor, pronuncia las palabras que llaman a su Dios. Las palabras sagradas que no entienden, con las que claman y suplican por el regreso del Salvador. En un cántico prohibido, todas las voces a un tiempo:
    - Control!Misión 2-1-5. Establecido contacto! ¡¡Aquí hay personas!! Son de aspecto primitivo. Se acercan a mí…Aquí el Capitán Davis transmitiendo…
    La gran estatua de piedra de un dios, en el centro del ritual. Miles de seres rezando y sólo una inscripción en la base, que es descubierta ante la gran admiración y éxtasis general: NASA

    En algún punto del espacio, hace miles de años:

    - Capitán, ¿está preparado? Nos aproximamos al Horizonte de Sucesos. Si le volvemos a ver después de atravesar el agujero negro, ¡será usted sin duda un héroe para toda la humanidad, capitán!
    - ¡Estoy mejor que nunca control! Me siento muy bien… muy fuerte… ¡Como un Dios!
    - ¡Suerte capitán! 3…2…1… ¡¡Ignición!!!

    Pseudónimo: Starship Trooper

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  15. Sueño III

    http://www.youtube.com/watch?v=4N3N1MlvVc4

    Es sábado por la mañana, y Gabriel se despierta al escuchar el timbre de la puerta. Decide quedarse en la cama, "estas no son horas", piensa, pero llaman una, dos, tres veces. Queda claro que no van a parar hasta que conteste. Gabriel se levanta, todavía medio dormido, y algo enfadado. Se pone a toda prisa unos pantalones y una camiseta mientras el timbre suena sin parar. Por la mirilla, Gabriel ve a dos hombres y una mujer desconocidos. Intenta calmarse un poco, a lo mejor es una urgencia. Abre la puerta e intenta mostrar un gesto amable.
    –Buenos días.
    –Buenos días, Gabriel –dice uno de ellos.
    –¿Os conozco?
    –Nos has invitado –dice la mujer.
    –Lo siento, pero no os conozco.
    –Sueño I –dice uno de ellos –: un amigo se cae a la piscina en la que hay un tiburón. Te pide ayuda, pero tu tienes mucho miedo. El tiburón avanza hacia él y tú sacas una cámara...
    –¿Quienes sois?
    –Sueño II –dice la mujer–: eres un niño y el maestro te pide que le ayudes a arreglar la antena del tejado de la escuela. Tienes que subir por una escalera que se mueve a causa del viento. Tú piensas que te vas a caer, pero él te dice que...
    –Lo siento, pero no tengo tiempo para tonterías –interrumpe Gabriel, y hace ademán de cerrar la puerta.
    Uno de los hombres le empuja y Gabriel cae al suelo de espaldas . Los tres entran en su salón y cierran la puerta.
    –¿Qué es lo que queréis? –dice Gabriel fingiendo pobremente un tono calmado.
    Uno de los hombres, se sienta en el sofá.
    –Venimos por el sueño III.
    –¿Cómo?
    –¿Has reconocido los otros sueños, verdad Gabriel?
    Evidentemente no tiene sentido mentir, piensa Gabriel, mientras se pregunta si es posible que alguien haya leído su libreta.
    –No me acuerdo, he apuntado muchos sueños.
    –Es verdad –dice el hombre –, pero te ayudaré. Sueño III: tres extraños entran en tu casa y...
    –Y empiezan a meter mis cosas en cajas –sigue Gabriel.
    –Eso es –los tres extraños sonríen –. Continua.
    –Yo no hago nada, me quedo mirando como guardan mis cosas y empiezan a colocar las suyas por todas partes. Cuando acaban, esa ya no es mi casa, y me voy.

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  16. http://www.youtube.com/watch?v=KEh84DUhDlk
    (minuto 11)

    A veces
    la vida
    se va de viaje.
    Y entonces
    te quedas pasmado
    con un palmo de narices
    pensando
    en dónde se habrá metido
    esa loca de la vida.
    Te quedas viviendo
    con la vida de repuesto,
    esperando,
    hasta que una noche
    la vida vuelve a casa
    justo en ese momento
    en que te ibas a dormir.
    Te despierta
    la vida que llega
    con las botas sucias
    y con ellas puestas
    se te mete en la cama
    y muy bajito
    la vida te susurra
    cómo le ha ido en su viaje,
    lo que ha visto,
    las cosas que ha tocado,
    chupado
    y mordido.
    Te cuenta, por ejemplo,
    que has conocido a alguien,
    que tomaste aquella decisión,
    o simplemente te recuerda
    que tu vida avanza poco a poco
    y vas que viviendo cosas
    y más cosas de la vida.
    Y mientras escuchas
    con esa cara de pasmado
    los susurros que te deja
    (la vida en la oreja)
    te das cuenta
    de cómo vas creciendo
    y de que la vida cambia y cambia
    (a veces para siempre
    y otras veces para un rato)
    pero tú sin embargo
    siempre estás con esa misma
    cara de pasmado.
    Y es que la vida tiene sus cosas
    y le gusta
    que te enteres el último
    de todas estas cosas
    (son cosas de la vida).
    Ya ves
    que la vida
    es así de caprichosa
    pero tú ya la conoces
    de toda la vida
    y sabes
    que si fuera por ella
    nunca se descalzaría
    ni dejaría de dar
    vueltas y más vueltas,
    enredando
    y ensuciando tus rutinas
    con sus botas
    manchadas de barruntos.
    Y es que hay momentos
    en que la vida
    te saca de quicio
    y entonces
    tienes que decidir
    si quitarle de una vez
    esas botas manchadas
    de barruntos
    o, por el contrario,
    atarle los cordones
    para que otra vez
    la vida
    se te vaya de viaje.

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